El encuentro de ayer ha sido fascinante en muchos sentidos y hoy me he puesto a desgrabar el texto de la canalización para compartirselos de manera escrita pues lo siento tan importante en la forma en que abordamos la dualidad que somos, aquí va una parte:
«Si estas observando con tu tercer ojo, te darás cuenta de que frente a ti se encuentra un anciano, sus barbas y cabellos son largos, tan largos como su hábito, su corazón es un sol, un sol dorado, radiante. Tiene unas alas, amplias, blancas como sus cabellos y doradas como su corazón.
Frente a ti se encuentra Onex-há, el anciano guardián del corazón de Orión, el corazón del sagrado Ki, el corazón del sagrado masculino.
Onex-há es quien ha estado abriendo las puertas de Orión, de toda su sagrada conciencia. Hoy somos tú y yo, somos nosotros, quienes abriremos la puerta, quienes tejeremos el puente, porque desde nuestra humanidad consciente estamos llamando a una nueva conciencia masculina, desde nuestra humanidad consciente estamos recordando nuestra hermandad solar interna, desde nuestra humanidad consciente estamos concibiendo la trinidad: la unidad, el equilibrio y el balance de las partes. Somos duales, y mientras habitemos en este universo, lo seguiremos siendo, pero hoy es nuestra decisión consciente dejar atrás las polaridades, dejar atrás la división de nuestras energías, para volver a tejer los canales fotónicos que nos den la unidad que estamos buscando.
Siente bajo tus pies tres hilos dorados que descienden hacia un octaedro, una pirámide resguardada en la ciudad intraterrena de Teotihuacán. Estos tres hilos dorados, este 3, desciende atravesando las capas de Gaia para llevarte a conectar con la gran pirámide de Orión bajo Teotihuacán. Teotihuacán es un espacio que tiene configurado en sí a la galaxia, la configuración de los planetas y las constelaciones, del sol y la luna y la trinidad misma del Quetzalcóatl se encuentran allí, es por eso que este espacio es el punto enraizamiento del puente que estamos tejiendo hoy y es también por eso que tantos de sus corazones han resonado con Teotihuacán a lo largo del tiempo, porque sus corazones han anhelado vivir el cielo en la tierra y el cielo está plasmado en la tierra justo allí.
Y desde este espacio intraterreno surge una codificación dorada que llega a tus pies y comienza a elevarse por tu cuerpo, formando de tus pies a cabeza tres rombos, estos rumbos dorados son la unidad de tus campos superiores con tus campos inferiores en un centro, un punto de gravedad, un punto de equilibrio, un punto neutro. Tu arriba, tu abajo, tú positivo, tu negativo, tú masculino, tu femenino, están calibrándose ahora a través de estos 3 rombos, tus partes más polarizadas están descubriendo ahora que existe LA NEUTRALIDAD, que son un sistema, que son una configuración sagrada y celestial, estás descubriendo ahora desde tus partes más profundas, desde tus abismos más internos, que puede haber unidad en la dualidad y que esta unidad de la dualidad es la trinidad de la que tanto hemos estado hablando, y seguiremos hablando aún mucho más.
La lucha interna se acaba cuando te descubres parte de un mismo sistema, el sistema deja de luchar consigo mismo porque se da cuenta de que es uno solo, eso es lo que internamente estás descubriendo ahora, y a medida que todo este descubrimiento se plasma en ti, estás sintiendo unas alas doradas que brotan de tu espalda hacia tus costados, porque cuando te concibes como una trinidad surge la libertad, la libertad de ser quién eres y trabajar contigo, en amor, en sinceridad, cuando hay neutralidad, la compasión se abre paso, avanza velozmente sanando las historias, los recuerdos, las memorias, los espacios.
Por encima de tu cabeza se forma una media luna, la coronación solar de tu existencia, el cetro de luz, la luz que has formado, la luz que has alquimizado, la luz que has generado cada que con tu amor tu oscuridad has abrazado. Y como el ser solar y alado que te has descubierto en este momento, te descubres a ti mismo, a ti misma, como la llave, la llave del ADN Oro eres tú, es cada uno de ustedes en todos los lugares del mundo en el que se encuentran, ustedes son la llave, más allá del tiempo, más allá del espacio, en este lugar cuántico, tú eres la llave.»
Gracias por ser LLAVE.
Alba Hernández