Hace un rato realizaba una conexión con los seres de Sirio y ellos me mostraban a Orión como portador del elemento fuego y a Sirio como portador del elemento agua.
Fuego de Transmutación y Agua de Purificación.
Sentí como estas 2 conciencias galácticas llevan mucho tiempo trabajando juntas.
Los seres del fuego, las aves que sobrevuelan los cielos acercandose al sol, y los seres del agua, cetáceos que navegan el océano abrazando las corrientes.
Sentí a los cetáceos navegando en mi sangre, pulsando en mis aguas, y a las aves aleteando en mi tercer ojo, corazón y útero.
Hilos cristalinos unían ambas frecuencias dando potencia a mi propia energía, y entonces los recuerdos comenzaron a emerger.
Recuerdos antiguos de ancianos sabios visionando las líneas de espacio-tiempo, hermandades femeninas y masculinas del Origen espaciendo las semillas en el cosmos, una siembra espacial inseminando los suelos-planetas, formando puntos nodales sagrados para sostener y resguardar en cada conciencia.
Atravesé cientas de historias antes de que todo se tornara en un blanco cegador.
Y me encontré ahí, en el Origen Lirano, rodeada de 8 prismas.
Uno arriba, uno abajo, otro al frente y otro detrás, uno a mi izquierda y uno a mi derecha, otro más en mi cabeza y otro en mis pies.
El Fuego de Origen iluminaba cálidamente en mi corazón.
Y respiraba, simplemente respiraba sintiendo esa porción mía que forma parte de la Hermandad de las Sacerdotisas de Lira, y al mismo tiempo sentía esa porción mía que forma parte de la Hermandad Atlante Ra’amén’amá.
Entonces escuché una voz que me decía:
«Esto es Sirio-Orión: INTEGRACIÓN. Tus partes se unen con otras y comienzas a ser todo a la vez, los recuerdos afloran en un campo de recreación donde eres uno y eres otro sin dejar de ser humano. Es en realidad ser humano lo que te permite ser todo a la vez, porque en tu ADN está codificada toda la información. Eres la siembra que contiene todas las siembras, tu semilla se formó con el fruto de toda la creación. Eres uno que comienza a ser con el todo, permitete manifestar esta expansión porque se hará presente, cada vez más presente en tu vida.»
Y respiré sintiendo la anciana presencia del ser mitad siriano, mitad oriano que me estaba dando el mensaje.
Mis manos y todo mi cuerpo vibraban.
Poco a poco fui reintegrandome a la realidad cuatridimensional, pero esas visiones y sensaciones seguían allí, siendo parte de mí.
Y segundo a segundo voy comprendiendo lo que es ser parte mí, lo que es ser una máquinaria cósmica multidimensional.
Y sé que con el tiempo tú también lo irás sintiendo, porque está integración expansiva es tan mía como tuya, es de toda la humanidad.
Siente el fuego oriano y el agua siriana, siente el origen en tu corazón, y recuerda, pues todo está en ti.
En amor resplandeciente,
Alba Hernández